lunes, 16 de diciembre de 2013

7 Llaves de cuento.

Antonio Rubio.
Ilustraciones de Violeta Lopiz.
Kalandraka Andalucía. 2008.
ISBN 978-84-96388-99-4


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Siete llaves de cuento son siete puertas que abrir, siete umbrales que cruzar, siete estancias para jugar, para rimar, para crear, para soñar.

Antonio Rubio pone en marcha la maquinaria poética de la tradición oral con los llamados cuentos de fórmula. Una maquinaria perfecta, con una métrica consolidada, con un ritmo lúdico, juguetón, burlón, equilibrado, y que precisa de la memorización y deja poco margen a la improvisación.
Los cuentos de fórmula son aquellos que responden a una fórmula poética de mayor o menos tamaño, y que como defienden Federico Martín y Antonio Rubio, están a caballo entre las primeras rimas, las primeras nanas, los primeros cuentos corporales, y los cuentos de hadas o maravillosos. Son cuentos perfectos para la oralidad, que llevan toda la vida con nosotros y que mutan como muta el folclore y todo lo oral, pero mutan solo en la epidermis, porque la esencia sigue siendo la misma, y por eso funcionan. Son fórmulas que permiten al niño no solo disfrutar lúdicamente sino que de manera inocente van amueblando las estructuras del lenguaje, ordenan el pensamiento y comienzan a poner las primeras piedras de la memoria.
El libro está dividido en dos partes muy diferentes, por un lado el análisis que el autor hace de los cuentos de fórmula, sus estructuras y recursos poéticos, así como propuestas de creación para el lector. Y por otro lado más de veinte ejemplos de estos cuentos de fórmula según la clasificación que se ha expuesto algunas páginas antes. Diferencia que la editorial ha cuidado con tipografía, tipo de papel y color incluso.
Antonio Rubio comienza su propuesta clasificando estos cuentos de fórmula en siete estructuras poéticas: verso y estribillo, enumeraciones, encadenados, adición y sustracción, diálogos, pareados y aleluyas, y finalmente los romancillos. Y para todos ellos ofrece varios ejemplos. Una vez hecho esto nos desmenuza los recursos poéticos que en ellos se encuentran: eco y rima, onomatopeya, aliteración, apóstrofe, diminutivo, personificación, analogía, anáfora, y comparación. A estas alturas el lector tiene una visión global de lo que son y cómo funcionan estos cuentos de fórmula, que con los ejemplos que ofrece permiten verlo con una claridad tremenda. Y es entonces cuando el autor nos propone ir más allá, no en vano Antonio es maestro y poeta, oficios ambos que de vocación siempre quieren ir más allá. Nos propone crear a partir de las estructuras y los recursos comentados. Un juego sin duda de lo más motivador.

La obra se completa con las ilustraciones de Violeta Lopiz que invitan a volar. La ilustradora ha tomado la llave como metáfora visual del pico de un ave. Los versos libres que vuelan de boca en boca son aves de distintos tamaños y especies. Hay flamencos, pingüinos, patos, pájaros carpinteros, gansos, polluelos... con picos y ojos que son llaves. Incluso hay un huevo con una cerradura que está invitando a la creación. Una propuesta en trazos, colores y formas de lo más sugerente.
Creo que 7 Llaves de cuento es un libro de cabecera para maestros, padres y cuentistas.

Esta entrada ha sido publicada también en la revista El Aedo #3, página 104, de la Asociación de profesionales de la narración oral en España.

1 comentario:

  1. Qué genial es Kalandraka!! no conocía el cuento, siempre tan originales.

    :) Besitos!

    Karelia.

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